En toda obra en construcción o refacción es necesario, en algún momento, demoler una pared, decapar un piso o eliminar anclas de hormigón o rocas en el suelo; los martillos demoledores neumáticos están pensados para aplicarse en todos estos casos.
Esta herramienta neumática —que se asemeja superficialmente a un taladro— golpea las superficies muchas veces por segundo, produciendo así una vibración que es la que provoca las fracturas en las rocas o el hormigón. En esta nota nos centraremos en el principio de funcionamiento.
Principio de funcionamiento de los martillos demoledores neumáticos
Los martillos demoledores neumáticos se diferencian de los taladros en que no proporcionan un movimiento giratorio en la herramienta de corte, sino uno de vaivén hacia adelante y atrás, a un ritmo de aproximadamente 30 ciclos por segundo y un avance de unos pocos milímetros. Esto provoca una vibración y una presión en la punta del cincel, que producen la fractura de cualquier material rígido, como el hormigón, la roca y otros áridos.
Mecanismo interno del demoledor
Los martillos demoledores neumáticos (que, como vimos, se alimentan de energía eléctrica) constan de tres etapas de funcionamiento.
La primera es la energización de su motor eléctrico, lo que ocurre al pulsar el interruptor de encendido. El motor comienza a girar y transmite el par motor a un piñón que a su vez hace girar un motorreductor. Esta es la segunda etapa, en donde la velocidad angular otorgada por el motor se convierte —por medio de un tren de engranajes— en un movimiento de vaivén. La tercera etapa consiste en un pistón, movido por el vaivén de la etapa anterior. Este pistón es el que provee el impacto en la cola del cincel, y es allí, en el cilindro, donde se produce la acción neumática propiamente dicha. Veremos esta conversión en detalle a continuación
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